¿Cómo alquilar su vivienda?

Puede que esté pensando en alquilar una vivienda vacía, y que el miedo a un impago por parte de su futuro inquilino o la mera posibilidad de que su vivienda pueda sufrir daños le hagan dudar sobre la conveniencia de llevar sus planes a cabo.

En este sentido, ha de tener claro que usted, como propietario, tiene una serie de alternativas para protegerse a la hora de poner su piso en el mercado y evitar sorpresas desagradables.

  • El primer paso, y fundamental, consistirá en hacer una cuidadosa y estudiada selección del inquilino, para evitar en la medida de lo posible, el por ejemplo dar con un inquilino moroso. En este sentido, de cara a conocer su solvencia podemos solicitarle una copia de su nómina, así como de su contrato de trabajo, además de tomar la precaución de consultar los diferentes registros de morosos que podamos tener a nuestro alcance.
  • Una vez superado el primer paso, puede resultar de interés exigirle al futuro inquilino una serie de garantías adicionales, como pueda ser, el pago de una fianza.
  • Muy importante será también, exigirle un aval a modo de respaldo, de forma que un tercero pueda garantizar los pagos del inquilino, en aquellas circunstancias en las que éste no pueda asumirlos. Es decir, en caso de impago, el avalista será el responsable de saldar la deuda como si fuera suya.
  • ¿Y si somete el contrato a arbitraje? Como quizá ya sepa, el arbitraje, se trata de una vía de resolución de conflictos regulada por la ley y alternativa a la vía judicial. Pero, ¿en qué consistiría en estos casos? En que por una parte el inquilino y por otra usted, como arrendador, firmarán un anexo al contrato en el que, para el caso de que surjan desavenencias, acuerdan someterse a la decisión que tome un árbitro imparcial que tratará de solucionarlo.
  • Además, es conveniente que contrate algún tipo de seguro que pueda cubrir futuros impagos o desperfectos.
  • Por último, siempre puede plantear alquilar su vivienda a través de organismos oficiales, para lo que ha de tener en cuenta que, muchas comunidades autónomas y ayuntamientos cuentan al efecto con un servicio público a disposición de los ciudadanos que se encarga de intermediar en el alquiler y aportar garantías, tanto a usted, como propietario, como al inquilino. La idea sería la siguiente, usted oferta su piso, a un precio más bajo que el de mercado, pero recibiendo la garantía del organismo público de que su piso va a estar bien cuidado.

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